espacio de creatividad

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bosque mágico

Instalación en la naturaleza

expresión única

Un espacio para reconocerte a través de la creación y el aprendizaje creativo en un entorno natural

Objetos, esculturas y más magias de alambres, retazos y cristales.

Consultanos e inscribite si te dan ganas de:

♦ Una visita guiada por la instalación «Bosque Mágico»

♦ Recorrer la muestra

♦ Adquirir piezas únicas

♦ Apuntarte en actividades, talleres y seminarios

Alumbra: creatividad en foco

profundizar y actuar tu ser creador

conectar con el vacío que es la potencialidad pura y crear desde ahí.

se hace mientras nace.

Alumbra es un espacio de encuentro con la creatividad que llevamos dentro, donde se enciende y activa  la chispa creativa y creadora desde el espíritu del arte, en sus maravillosas y múltiples expresiones.

De la inspiración a la manifestación…

El propósito del espacio Alumbra, es la felicidad ❤️ 

La felicidad de poder ser en plenitud, poder desplegar los potenciales que nos acercan a sentir realización y presencia.

Vivir conscientemente, con el corazón abierto al proceso de descubrir, abrir preguntas que nos interpelen, repreguntarnos todo lo preestablecido, sentir gratitud en estado presente, potenciando el deseo que nos impulsa a disfrutar y compartir la alegría de ser y de crear.

Reconociéndonos en nuestra propia expresión, única y original.

Cuando creamos nos creamos.

La propuesta de Alumbra en el Aprendizaje Creativo, consiste en fomentar el contacto con la confianza personal y la autonomía, entregándonos a nuestra libertad más íntima y personal para que la creatividad sea manifiesta.

Alumbra es un espacio inmerso en plena naturaleza serrana, un bosque de moras, chañares, talas y molles, entre el Valle y las Altas Cumbres.

 

¿Qué es Alumbra?

Vale, mamà Eli y Noa

Es un espacio de encuentro, educación y crecimiento en la naturaleza de la sierra, en San Javier, Traslasierra.

Impulsado por Laura Dillon, artista visual y docente, cuya instalación artística Bosque Mágico despertó en las familias del valle el deseo de una escuela para niños.

Alumbra comenzó con una colonia que se transformó en un Jardín en el bosque, junto Tato, artista y educador en la coordinación, Vanina … profesora de yoga y educadora, y un equipo de acompañantes que cada uno desarrolla su propio arte con elementos naturales.

Los niños se encuentran en un espacio abierto, generoso, abundante, vivo, entre árboles y flores que van cambiando según el clima, los vientos, la lluvia, en presencia de pájaros, picaflores y bichos que los invitan a investigar la vida del monte.

La instalación artística es vasta, se entremezcla en el bosque e invita a mirar una y otra vez. También va mutando con las creaciones de los niños que intervienen el espacio y se expande a partir de aquello que los niños sueñan y piden para enriquecer su juego.

Madres y padres colaboran con sus saberes en jornadas compartidas con carpintería, pintura, juegos de motricidad, cuentos, música y cocina.

En Alumbra los niños juegan con otros niños, se mueven, se miran, se cuentan, se escuchan, se van descubriendo… se tocan, se invitan, se acompañan, se imitan, se admiran, se rechazan, se vuelven a amigar. Algunos son más pequeños, otros más grandes. A veces comparten todos juntos alguna actividad, otras se separan en grupitos según su curiosidad. Investigan, preguntan, hacen chistes y disparates.

Los niños sienten, piensan y se expresan en gestos, movimientos, dibujando, pintando, con barro, con masa, con sonidos y palabras.

En Alumbra se tocan instrumentos, se canta, se baila, se corre, se salta, se trepa, se descansa o se hace la siesta cuando el niño precisa.

Se comparten cuentos, en tela, en papel, en dibujos, narrados y hasta inventados por los propios niños. Algunos cuentos los llevan a la escena, se disfrazan y actúan. Algunos de los más grandes empiezan a escribir las primeras letras y palabras.

También se cocina con alimentos de la huerta y se comparte la merienda con los alimentos que cada niño lleva.

Conviven momentos de juego libre y también propuestas de los acompañantes (cerámica, geometría, perfumes, cremas medicinales, pintura, collares, obras en alambre).

Si hay algo que caracteriza a Alumbra es el valor de practicar el estar presentes, es decir: aprender en la práctica, recibir los desafíos que el momento presenta, desarmar las ideas sobre cómo deberían ser las cosas y elaborar estrategias creativas y acuerdos hacia el bien común entre los que participan. Esto se vivencia en el proceso de crecimiento de cada niño, cada familia y también con los acompañantes.

Algunas de las frases que se escuchan son:

“es lo que es”

“al que le toca le toca, la suerte es loca”

La Palabra favorita: Gracias

Los acompañantes están atentos con el cuerpo, la escucha y la mirada abierta.

Se atienden los mensajes que traen los niños, si piden más atención, qué necesitan, y que precisan comunicar enojo, temor, celos, alegría, entusiasmo.

Se atienden los sueños tanto de los niños como de los adultos, juntos comparten el proceso de concreción de los sueños que se ve materializado en el espacio, de una idea imaginada a la vivencia de convertirlo en realidad. (ejemplo: el auto,  la pileta de Auro para un niño por turnos, la canaleta de agua… el barco, la casa autobús, la huerta, los ungüentos de maira el año pasado, las capas, los móviles de geometría, las piezas en cerámica, los collares, los colgantes… casamientos… recital, fogón…

En el 2018 soñaron con la construcción de un refugio para los días de lluvia y que concretaron al verano siguiente gracias a la colaboración de una familia y un equipo de trabajo creando la Refu-Nave.